Mi nombre es Fernando Fedriani y soy residente en la calle Alcalde Tomás Domínguez. Compré este piso (en concreto un octavo) porque me encantaron las vistas a las calles que se veían desde mis ventanas. Por desgracia, desde la instalación de los nuevos termómetros con publicidad he dejado de poder disfrutar de ello. Que conste que la foto no está retocada, al natural es muchísimo peor. Les animo a comprobarlo por ustedes mismos.
Especialmente de madrugada y en las primeras horas de la mañana se ve tal y como aparece en la foto. Eso provoca problemas en el sueño, deslumbra a los conductores y puede generar accidentes. Además, y por si fuese poco, han destrozado la vista de muchos de los edificios. Y daña la vista. Tengo un bebé de cinco meses y me gustaba ver con él la vista, pero ahora sus ojos se quedan anclados en la molesta pantalla, porque no se puede ver otra cosa.
Lo más absurdo de todo es que lo que tanto deslumbra no es la publicidad en sí, que podría quedarse fija y no nos molestaría tanto, sino las transiciones hacia "noticias chistosas", una sección que no se comprende y que ya ves tú el chiste que nos hace a los vecinos. Cada fogonazo blanco ciega a los vecinos. Y se producen varias veces en cada minuto. Además de eso, no se atenúa la intensidad de la luz durante la madrugada ni en las primeras horas de la mañana, lo cual también resulta incomprensible. El diseño de la interfaz está creado sin ningún tipo de gusto hacia las personas que vivimos cerca.
A mí me gustaba, antes de ir a trabajar, pasar un rato desayunando y disfrutando del paisaje. Pero como se ve que los mil euros que me toca pagar por IBI no es suficiente peaje, encima me ponen publicidad dinámica. Una publicidad que, desde mi casa, no se puede leer, y que me hace daño en las retinas.
Estoy tan enfadado que, aunque no tengo mucho tiempo, voy a hacer bandera de esto. Ya me he cansado. He escrito a Sur, luego lo haré con otros medios locales, luego recogeré firmas, y finalmente presentaré acciones legales. Quizá este grupo de participación ciudadana permita demostrar que en otros puntos de la ciudad otras personas están padeciendo lo mismo. Una ciudad como Málaga que aspira a una Exposición vinculada con el medioambiente no puede permitirse un despilfarro como este, especialmente en las horas en las que prácticamente nadie transita por las calles. Además, si hay limitaciones sobre la iluminación de los comercios, ¿cómo es posible que estas no se apliquen también al Ayuntamiento?
Es necesario reducir el brillo en la madrugada y en las primeras horas de la mañana, y reducir en todas las demás las transiciones. Aunque sigue siendo muy cuestionable que, de camino al trabajo, los que cruzamos la ciudad tengamos que estar expuestos a varias pantallas que impiden que nos centremos en la conducción como es necesario. ¡Cualquier día va a pasar algo que se puede evitar!
Lo dicho: iré hasta donde tenga que ir para evitar que esta circunstancia siga haciendo que por las mañanas mi humor se agrie por culpa de la prostitución de la vía pública y del mal gusto de las administraciones. ¡Y es una pena ahora que se acercan las elecciones que se puedan perder cientos de votos por detalles tan evitables como este! Otros vecinos han comentado exactamente lo mismo.
Un saludo
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