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Se parte de la previsión que, acerca de la revisión periódica por las Administraciones Públicas de su normativa vigente, establece el artículo 130 de la Ley 39/2015, de 1 de octubre, al objeto de comprobar si aquella contiene previsiones y cargas que resulten justificadas y si cumple los objetivos previstos. A partir de dicho precepto, la propuesta de modificación tiene presente la situación desde hace unos años del servicio de coche de caballos, caracterizado por las dificultades que tienen los cocheros para desarrollar su actividad dada la reducción de espacios urbanos de interés turístico por los que circular y ubicar sus paradas. En este sentido, nos encontramos ante un tipo de licencias de vehículo de tracción animal cuyo ejercicio resulta actualmente problemático en el contexto de la actual realidad económica, social y urbanística: creciente peatonalización de las zonas céntricas de la ciudad que han constituido el foco principal de su trabajo, coexistencia con una elevada densidad de vehículos de tracción mecánica y con otras actividades de índole turística similares, requerimientos medioambientales de sanidad animal y de carácter higiénico proclives a su disminución. Razones estructurales que han aconsejado reducir el número de licencias a través de su rescate y amortización previa indemnización, que ha tenido lugar entre los años 2016 y 2019, en los que han sido rescatadas 29 licencias, habiéndose pasado de 55 a las 26 que actualmente se encuentran en servicio, con el objetivo de mejorar la relación entre oferta y demanda del servicio.

La vigente Ordenanza Municipal Reguladora del Servicio de Transporte de Viajeros en Coche de Caballos aparece publicada en el BOP de 2 de abril de 2013 y con posterioridad fue modificada tal como se publicó en el BOP de 16 de octubre de 2015.